Los lapitas pusieron sitio a Dodoma y exigieron, para levantarlo, que les cediesen por una noche todas las vírgenes de la ciudad. La cruel exigencia fue aceptada. A la noche llegó al campamento de los sitiadores una tropa de niñas impúberes, la mayor de las cuales no tendría más de ocho años. Comprendiendo que se trataba de una estratagema, los lapitas, que no eran afectos a la pederastia, entraron a saco en Dodoma, degollaron a todos los hombres y violaron a todas las mujeres, ferocidad que les permitió saber que no había habido tal estratagema.
Marco Denevi (Buenos Aires, 1922-Buenas Aires, 1998)
¡Qué duro microrrelato! Sin embargo me ha gustado su estilo, su lenguaje, ¿no te parecen unas bellas palabras para relatar un espantoso asunto?
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