En homenaje a Borges y su concepción de las bibliotecas como paraísos, en recuerdo de Verlaine y todos los poetas malditos, edito este blog para que mis alumnos puedan recoger todas sus lecturas y sus creaciones. Porque aún tienen toda una vida por hacer, pero yo ya estoy a mitad de camino.

Límites

Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar.
Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,
hay un espejo que me ha visto por última vez,
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo.
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos)
hay alguno que ya nunca abriré.
Este verano cumpliré cincuenta años;
La muerte me desgasta, incesante.

Jorge Luis Borges.

sábado, 12 de junio de 2010

El laberinto de las aceitunas

Tras la lectura de este libro, he de destacar las cosas más relevantes que he encontrado en él. La primera es su sentido del humor, pues tiene unos golpes buenísimos y situaciones cómicas muy acertadas. Los personajes tienen personalidades muy pintorescas, lo que crea un ambiente en el que el humor puede estallar en cualquier momento. La segunda es su vocabulario, bastante rico, que me ha hecho descubrir términos que no conocía, como por ejemplo: conciliábulo, espeleólogo, hotentote, hilvanar… etc. La tercera es que lo he leído durante el período de exámenes así que quizás sea por eso por lo que se me ha hecho un poco largo. A veces tenía tantas ganas de acabarlo que olvidaba disfrutar con la lectura. La cuarta es que me quedo con la incógnita de saber qué pasa con la Emilia, pues en un momento dado deja de intervenir sin que el lector sepa cuál es su destino.

Y por último decir que el final me ha sorprendido bastante, pues quizás esperaba un desenlace más heroico por parte del protagonista. Pero pensándolo bien, ¿Qué se puede esperar de una persona que está completamente loca?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y tú qué opinas?