En homenaje a Borges y su concepción de las bibliotecas como paraísos, en recuerdo de Verlaine y todos los poetas malditos, edito este blog para que mis alumnos puedan recoger todas sus lecturas y sus creaciones. Porque aún tienen toda una vida por hacer, pero yo ya estoy a mitad de camino.

Límites

Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar.
Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,
hay un espejo que me ha visto por última vez,
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo.
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos)
hay alguno que ya nunca abriré.
Este verano cumpliré cincuenta años;
La muerte me desgasta, incesante.

Jorge Luis Borges.

jueves, 17 de junio de 2010

Anécdota


Un día fuimos de viaje con el instituto a Terra Mítica. Me lo pasé muy bien, me encantó ir allí. Recorrí toda Terra Mítica, bueno lo que me dió tiempo a ver. Cuando llegó la hora de la comida, no encontrabamos los restaurantes que ponían en la entrada que nos daban la comida gratis. Pero después de buscar y buscar, por fin, encontremos uno. Despúes nos montemos en una atracción tranquila para bajar la comida. Al cabo del tiempo llego ya la hora de irnos. Y fui a la tienda de allí para comprarle algo a mis padres y mi hermano, y cuando me dí la vuelta... estaba sola, los de mi grupo se habían ido ya. Yo no sabía lo que hacer. ¡Me sentía muy mal porque me había perdido en Terra Mítica!. El móvil no me lo llevé por si se me perdía o algo. Por eso cuando llamaron a mi móvil yo no lo cogía. Lo cogío mi madre y dijo que que pasaba que la llamaron a mi móvil. Mis amigos no sabían como decirselo porque se iba a asustar mucho. Pero al final se lo dijeron. Los profesores estaban buscandome y yo como estaba tan asustada me salí hacia afuera y ya no me dejaban entrar. Baje varias veces a donde estaban los autobuses, varias no, cinco por lo menos y aun así no les veia a ellos, con decir que de lo asusatada que estaba no veia ni nuestro propio autobús. Me encontre con dos compañeras mias y ya me tranquilicé un poco. Luego resultó que estaban en la salida pero dentro, antes de salir de Terrá Mítica. Y ya llamé a mi madre y también la tranquilicé. Ahora me rio de lo que me paso, pero en ese momento... no tenía tantas ganas de reirme, estaba que me tiraba de los pelos.

1 comentario:

  1. Supongo que habrás analizado quién es la culpable, ¿no? Cuando llega la hora de irse, hay que irse.. y no a comprar, precisamente.

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