En homenaje a Borges y su concepción de las bibliotecas como paraísos, en recuerdo de Verlaine y todos los poetas malditos, edito este blog para que mis alumnos puedan recoger todas sus lecturas y sus creaciones. Porque aún tienen toda una vida por hacer, pero yo ya estoy a mitad de camino.

Límites

Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar.
Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,
hay un espejo que me ha visto por última vez,
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo.
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos)
hay alguno que ya nunca abriré.
Este verano cumpliré cincuenta años;
La muerte me desgasta, incesante.

Jorge Luis Borges.

martes, 8 de junio de 2010

La carta estaba sobre la mesa

"La carta estaba sobre la mesa" fue la respuesta que obtuve cuando pregunte que de donde había salido esa extraña carta, hecha en papel satinado rosa chillón, con los rebordes negros, que mi madre sostenía en sus manos. Pero lo extraño de esa carta no era su aspecto, ni mucho menos, si no el contenido. La había escrito mi tío, y era una despedida. Mi tío había estado viviendo con nosotros desde que su mujer le dejo, y de eso hacia dos años. Pero no era posible. No podía haberse marchado. Hasta hace unos minutos, me encontraba en su habitación, charlando con él, cuando decidí bajar a beber agua. Entonces fue cuando vi a mi padre, a mi madre y a mi hermana leyendo la carta.
Subí rápidamente a la habitación de mi tío. No estaba. Pero donde anteriormente se encontraba este sentado, encontré una extraña carta, rosa chillón, con los bordes negros.

1 comentario:

¿Y tú qué opinas?